Quien no tuvo nunca un perro, pensará que es una exageración decir que se les quiere como a un miembro más de la familia,… pero es así.
Al morir, dejan un enorme hueco en el corazón que no se llenará nunca… el recuerdo de los días vividos juntos, los gestos de cariño incondicional, su inteligente mirada comprendiendo todo lo que se les dice; quisieran hablar para decir que siempre estarán acompañándote, que nunca te abandonarán.
